Como desenlace de una larga indagación sobre los procesos de cocción y los límites del calor, surge la colección experimental Cosmos.
Una secuencia de piezas únicas cuyas tonalidades y texturas nos trasportan al interior de las enigmáticas grutas mallorquinas y nos evocan la quietud de las aguas lacustres y el silencio de las estancias subterráneas.
Al abrazarse a sí mismo, el vidrio origina sutiles sensaciones envolventes que remiten a la lentitud de las formaciones geológicas.
De corte intimista, cada una de las creaciones de Cosmos propicia la confinidad entre hielo y fuego: mientras el exterior, mate y tosco, puede recordarnos la superficie de un río glaciar, el interior, fulgente y mórbido, parece invocar el ritmo cambiante de las llamas y el fulgor de las ascuas.
Fotos: ximizquierdo.com y @juanantru